El blog de recetas de Pilar y Pablo
No hay amor más sincero que el amor a la comida
George Bernard Shaw
Y vosotros os preguntaréis... ¿Otro blog?¿
No está todo dicho ya?¿ No los hay de todos los gustos, sabores y colores?
Sí,
pero el ciberespacio es muy grande y siempre hay sitio para aportar un granito
de harina, aunque normalmente no solemos utilizar la de trigo sino otras
variedades; de garbanzos, castañas, maíz…
¿Celíacos? No, pero sabemos que mucha gente busca recetas que no llevan trigo y en muchas lo sustituimos o damos una segunda opción para que todo el mundo pueda disfrutar.
¿Celíacos? No, pero sabemos que mucha gente busca recetas que no llevan trigo y en muchas lo sustituimos o damos una segunda opción para que todo el mundo pueda disfrutar.
Sopa de pollo curativa
Para empezar, la primera receta va a ser nuestra…TACHIN…sopa de pollo curativa. Es fácil y tan sana, que seguro que repetís.
¿Qué
estás en la cama muerto de gripe/ catarro/ frío y no tienes hambre o tienes una tos que te
ahogas y no puedes con la vida…?
Esta es
tu sopa. La mezcla de estos sabios a la par que curativos ingredientes hará que
te sientas mucho mejor. Así que, si hay tiempo y ves venir el frío, manos a
la obra.
Ingredientes para cuatro personas
*Dos
cebollas normales.
* Dos
tallos de ajo puerro.
*Un diente de ajo (opcional).
*Un diente de ajo (opcional).
*Una
zanca de pollo sin pellejo.
*Cuatro
zanahorias ralladas.
*Una patata mediana cortada en cuadraditos.
*Una patata mediana cortada en cuadraditos.
* Un
huevo duro.
*Una cayena.
*Un
chorro de aceite de oliva virgen extra.
*Cincuenta gramos de jamón serrano.
* Unas
hebras de azafrán.
* Un litro de caldo de verduras de confianza.
Cortamos la cebolla, los puerros y la patata en trozos pequeños.
Rallamos la zanahoria.
Picamos el jamón serrano y el huevo duro en cuadraditos y los reservamos para el final.
Rehogamos las verduras con el aceite, un diente de ajo (opcional) y la cayena en la olla rápida.
Echamos el pollo y el caldo y cocemos unos quince minutos.
Cuando esté todo listo echamos el azafrán y la sal y le damos un hervor.
Al servirla, echar jamón y huevo a discreción.
* Un litro de caldo de verduras de confianza.
Cortamos la cebolla, los puerros y la patata en trozos pequeños.
Rallamos la zanahoria.
Picamos el jamón serrano y el huevo duro en cuadraditos y los reservamos para el final.
Rehogamos las verduras con el aceite, un diente de ajo (opcional) y la cayena en la olla rápida.
Echamos el pollo y el caldo y cocemos unos quince minutos.
Cuando esté todo listo echamos el azafrán y la sal y le damos un hervor.
Al servirla, echar jamón y huevo a discreción.
Si eres
de los forofos de la sopa de cocido puedes añadirle unos fideos; a los niños
les encanta la pasta con forma de letras y como se entretienen la toman mejor.
Las
virtudes de la cebolla y del puerro como
alimentos descongestivos y antibacterianos (y la cayena) son estupendas; si lo potencias
con las vitaminas A, B, C y E de la zanahoria mejor que mejor. La cayena despeja la nariz, estimula
la digestión y mejora el ánimo. El pollo, el jamón y el huevo aportan las proteínas, le dan un gusto rico y
son el alma de esta sopa. Todo
contrastado. Esta sopa ayuda a salir del estado
catatónico en el que los catarrazos impenitentes nos suelen sumir.
Nuestro Toque Rico y sano : La sal rosa del Himalaya es muy rica en minerales y oligoelementos como el calcio, hierro, magnesio y potasio. Su color rosado proviene del hierro.
Como dice el refrán: “No hay buena olla, sin un casco de cebolla.”
Como dice el refrán: “No hay buena olla, sin un casco de cebolla.”
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